Para nosotros restaurar significa preservar, mejorar, pero sobre todo respetar la historia y la identidad de la construcción. Por lo tanto, antes de cualquier operación, nos documentamos, profundizamos el conocimiento del sitio, ya que es la única manera para que se pueda respetar la historia intrínseca de un edificio, una biblioteca, un hospital. Sólo entonces podemos restaurar y recrear el esplendor de las partes externas e internas curando las más críticas y restaurando, si necesario, la funcionalidad, dotando los edificios de equipamientos de las más modernas tecnologías, sin alterar su esencia, su belleza.